El cáncer es una de las enfermedades más terribles que existen en el mundo ya que hasta ahora no existe ninguna cura definitiva. Pero, a pesar de esto, muchos expertos aseguran que podemos prevenirlo adoptando una serie de cambios en nuestro estilo de vida y alimentación. Así que, si quieres saber la fórmula secreta, quédate hasta el final en esta guía de prevención del cáncer. ¡No te lo pierdas!
8 hábitos para la prevención del cáncer
El cáncer es tan impredecible como el futuro, cualquier persona puede llegar a padecerlo en un momento de su vida. Hay estudios de sobra que refuerzan la teoría de la prevención del cáncer y de los hábitos y remedios que reducen las probabilidades de padecerlo.
1. Evita el consumo de tabaco
El tabaco es un buen aliado del cáncer. Las personas que lo consumen aumentan en gran medida las probabilidades de padecerlo a corto, mediano o largo plazo, además de otros padecimientos. Los expertos han detectado varios tipos de cáncer en las personas fumadoras como por ejemplo el cáncer de pulmón, boca, laringe, garganta, cuello del útero, riñón, vejiga, entre otros.
Además del acto dañino de fumar, se han realizado estudios para detectar los daños provocados por masticar el tabaco que es una práctica común entre los fumadores. A raíz de esto se obtuvieron incluso más tipos de cáncer de los conocidos como por ejemplo el de páncreas.
Tanto los fumadores activos como los pasivos están expuestos a todos estos peligros. Pero la prevención del cáncer y del tabaquismo están al alcance de todos. Mantenerse alejado del tabaco puede resultar algo difícil, pero con determinación y ayuda profesional podrás lograrlo.
2. Evita las infecciones por virus o bacterias
Otro de los hábitos que puedes implementar para la prevención del cáncer es evitar ciertas y determinadas infecciones de virus o bacterias que pudieran acelerar la formación de células cancerígenas. Por ejemplo, el VPH más conocido como virus del papiloma humano, es un virus que aumenta el riesgo de padecer cáncer de pene, cuello uterino, ano y orofaringe.
Además, la hepatitis B y C promueven la formación de células malignas en el hígado. Por otro lado, la bacteria Helicobacter pylori puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de estómago. Para evitar cada una de estas infecciones se han elaborado algunas vacunas bastante efectivas, aunque todavía la cura contra el cáncer sigue siendo la principal meta.
3. Mantén una dieta saludable
Una dieta saludable no puede asegurar una total inmunidad, pero sí puede ser una vía útil de prevención del cáncer. Las frutas y verduras son ricas en minerales y vitaminas que ayudan a mantener un estado óptimo de los tejidos y células. Además, los granos y cereales integrales y las legumbres son indispensables para una dieta balanceada.
Debes limitar el consumo de alimentos procesados y refinados como la comida chatarra, aceites refinados, grasas animales, etc. En lugar de alimentos llenos de grasa, elige las carnes magras con altos porcentajes de proteína saludable. Además, debes evitar el alcohol ya que por si no lo sabías estas bebidas pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de colon, mama, riñón e hígado.
4. Evita la obesidad y realiza actividad física con regularidad
Otro de los hacks para la prevención del cáncer es mantener un peso saludable y realizar actividad física con regularidad. La obesidad es el aliado número 1 de muchos tipos de cáncer como por ejemplo el de mama, colon y próstata. Por otro lado, la actividad física moderada contribuye a mantener un peso saludable, evitar el exceso de colesterol y mantener en buen estado la salud del corazón.
Además de esto, el ejercicio combinado con una dieta saludable reduce enormemente el riesgo a padecer cáncer y mantienen tu cuerpo en un estado óptimo. Para obtener cada uno de estos beneficios debes realizar actividad física al menos 2 horas por semana.
5. Evita la exposición a la radiación
Otra de las causas más comunes del cáncer es la exposición a las radiaciones. Existen dos tipos principales de radiaciones que pueden afectar; la radiación ultravioleta del sol y la ionizante. Con esta última nos referimos a las radiaciones provenientes de los equipos médicos como radiografías, tomografías, fluoroscopia, entre otros y al gas radón que se usa en los hogares.
Demasiada exposición a la radiación puede detonar en varios tipos de cánceres de piel no melanoma. Es por esto que es importante que te protejas bien de los rayos del sol con el uso de protectores y anteojos y también cubrir la mayor parte posible de piel. Además, los expertos aseguran que la radiación ionizante puede ser la causante de leucemias, cáncer de tiroides, cáncer de mama, estómago, colon, esófago, entre otros.
6. Evita la diabetes
La diabetes es una enfermedad que está relacionada directamente con el padecimiento de cáncer. Algunos tipos de cáncer que puede provocar la diabetes son: cáncer de vejiga, mama, pulmón, colorrectal, hígado, boca, ovario, etc. Tanto la diabetes como el cáncer poseen los mismos factores de riesgos como son la edad avanzada, la obesidad, la mala alimentación, el sedentarismo y el tabaquismo. Para evitar ambas enfermedades debes mantener una dieta saludable, hacer ejercicio físico y evitar el consumo del tabaco.
7. Realiza tu chequeo con regularidad
Detectar el cáncer a tiempo es crucial para combatirlo y evitarlo. En el caso de las mujeres deben asistir con regularidad y bajo los consejos de su médico de familia a las consultas para revisar sus mamas, que es uno de los cánceres más comunes. Además, en el caso de los hombres, el cáncer de próstata es muy común a partir de los 50 años y se deben hacer las exploraciones, aunque no haya aparecido ningún síntoma ya que esta es una enfermedad silenciosa.
Además del chequeo médico los auto exámenes regulares pueden ser de mucha ayuda a la hora de la prevención del cáncer. En las primeras etapas del padecimiento es mucho más efectivo el tratamiento y tiene muchas más probabilidades a tener éxito.
La mayoría de los cánceres mencionados son debidos a una anomalía genética concreta. Es por esto que elaborar una vacuna efectiva es tan difícil y es uno de los retos de la medicina de este siglo. Actualmente se están diseñando fármacos que sean capaces de destruir por completo las células defectuosas y reforzar el sistema inmunológico para que sea capaz de luchar contra ellas por sí solo. Hasta entonces, solo queda poner de nuestra parte en la tarea de la prevención del cáncer.