La mayoría de los problemas monetarios en tu familia, empresa o negocio vienen influenciados por las mismas malas prácticas financieras. Existen muchos errores en el mundo de la economía que cometemos de manera consciente y a veces inconscientemente y que pueden repercutir negativamente en nuestras finanzas. Si quieres aprender más acerca de este tema, hoy te hablaremos acerca de los 7 errores financieros más comunes y cómo puedes evitarlos. ¡Comencemos!
1. No establecer un presupuesto
Uno de los peores errores financieros que puedes cometer es no establecer un presupuesto. Un registro de gastos y entradas es un paso que no debes saltar si quieres controlar al margen tus finanzas. De lo contrario nunca sabrás cuánto es tu ingreso mensual y de cuánto puedes gastar para tus fines personales.
A lo largo del mes se te pueden presentar muchas necesidades, aunque unas son más prioritarias que otras. Si tienes un presupuesto bien estructurado con tus gastos bien divididos por orden de prioridad o por porcentajes, es más difícil que gastes más de lo que debías en una cosa.
2. Cambio de estilo de vida
Un aumento en el nivel de vida de una persona puede ser un incentivo a cambiar el sistema de finanzas de la misma. Cuando encuentras un mejor trabajo o eres ascendido y recibes más ingresos a veces es inevitable aumentar también tus gastos y necesidades. Este es uno de los errores financieros más comunes que debes evitar.
La razón por la que al cambiar el estatus o el estilo de vida aumenten un poco los gastos mensuales es simple: necesitamos sentirnos bien y a la altura. Pero eso no deja de ser solo un sentimiento altanero que si bien no está de mal darnos ciertos gustos de vez en cuando, no está bien creer que necesitas más de lo que tienes cuando en realidad no lo es.
Mantener tu nuevo estilo de vida o vestir las mejores ropas no pueden estar por encima de tu salud financiera. En cambio, puedes utilizar estos nuevos fondos y depositarlos en una cuenta bancaria de ahorros y así deshacerte de las deudas y prepararte para cualquier emergencia en el futuro.
3. Uso desmedido de las tarjetas
Otro de los peores errores financieros que puedes cometer es el uso descontrolado de las tarjetas de crédito. Estas tarjetas pueden resultar muy útiles ya que con ellas podemos realizar compras incluso si estas se salen un poco de tu presupuesto real. Si esto sucede se convertiría en una deuda y es cuando nos dejamos llevar por las cifras de muchos ceros.
Gastar más de lo que puedes gastar en un mes es una mala idea. Mientras más grande sea la deuda de tu tarjeta de crédito más tiempo te demorarás en pagarla y lo peor es que cuantas más tardes en pagarla peor será. Es por esto que lo mejor que puedes hacer es llevar un control estricto del capital de tu empresa o el personal para ver hasta cuánto puedes gastar sin caer en una deuda.
4. Confundir el efectivo real con las ganancias
Otro de los errores financieros que debes evitar es no saber diferenciar entre el efectivo disponible con las ganancias de tu empresa, negocio o cuentas personales. El flujo de efectivo puede engordar la vista y podemos llegar a pensar que estamos ganando más, pero no es así.
Por ejemplo, imagina que tienes un negocio con un equipo de trabajo de 5 trabajadores que cobran $5000 al mes. Cada mes tu empresa o negocio genera unos $50.000, es decir que tendrás ganancias de $25.000 al pagar el salario mensual a cada uno de tus trabajadores.
Este dinero excedente debes utilizarlo correctamente, revisa primero si tu empresa necesita alguna inversión para el nuevo proyecto antes de tomarlo. Una cuenta externa puede ser una buena decisión ante cualquier emergencia que pueda presentarse.
5. No planificar a largo plazo
Uno de los errores financieros más comunes que debes evitar es no planificar a largo plazo. La visión al futuro es muy importante ya que no sabes qué puede suceder. Una cuenta de ahorros puede ser la solución para mantenerte tranquilo al igual que un plan de metas, como, por ejemplo, ahorrar para una casa, ir de viaje, unas vacaciones con tu familia, ir a la universidad, la boda de tus sueños, tener hijos o guardar dinero para tu jubilación.
Estos son solo algunos ejemplos, pero puedes tener muchos objetivos más personales y específicos. Siéntate a reflexionar sobre ellos y crea tu plan de ahorro, trabaja para alcanzarlo y luego disfruta del proceso. Para esto puedes destinar un determinado porcentaje de tus ganancias y depositarlas en la cuenta de ahorro.
6. No priorizar el pago de las deudas
Cuando existen deudas todo lo demás debe quedarse en espera: proyectos personales, viajes, el placer, etc. Ignorar las deudas no es la mejor solución que puedes tomar ya que tu historial crediticio pudiera verse muy afectado a lo largo de toda tu vida financiera. Un solo paso en falso y pudiera ser muy fatal para ti y para tu empresa.
Lo mejor es que logres concentrarte en pagar lo antes posible el dinero total de la deuda. Si es necesario renuncia a dos o tres gastos personales innecesarios para reducir el plazo de pago y evitar las enormes comisiones por tardanza de la deuda.
De ser posible, evita contraer otra deuda una vez pagues la actual. En cambio, procura tener tu propio fondo directamente de tus cuentas personales de ganancias para reinvertir en tu propio negocio y evitar una nueva deuda. No importa que demores unos meses en recibir tus comisiones ya que a la larga será mucho más saludable para tu empresa.
7. Hacer compras grandes demasiado rápido
Otro de los errores más comunes que debes evitar a toda costa es hacer compras muy grandes antes de tiempo. Si estás abriendo un nuevo negocio es lógico que necesites una buena inversión para pagar los salarios de tus trabajadores, invertir en herramientas de trabajo y en materia prima. Pero, debes saber que todo tiene un proceso, al principio puede que no puedas comprarlo todo ni pagar el salario más alto a tu personal.
Comienza primero por los artículos de bajo costo y los más sencillos y poco a poco ve ahorrando para adquirir los más caros o los de mejor calidad. Apégate a lo necesario primero y lo que es realmente indispensable para comenzar. Luego con esas ganancias iniciales vuelve a invertir en tu negocio para pagar las demás herramientas que necesitas.